Libro Cuentos Populares
Hoy os traemos una recopilación de diez cuentos para dormir felices que os van a encantar, y sin duda vuestros hijos gozarán con ellas. Con estos Cuentos populares de África el lector va a poder viajar por todo el continente negro (no identificado por sus fronteras políticas -fruto, como es sabido, de las avaricias territoriales de las potencias coloniales y ahora de las elites y oligarquías que rigen cada uno de ellos de los países-, sino más bien por los grupos étnicos que se extienden por geografías y paisajes muy diferentes a lo largo y lo ancho del continente) y va a poder ir descubriendo historias que sorprenden, en primer lugar, por la sencillez estilística, -conseguida con un lenguaje depurado y sin accesorios-, en contraposición siempre a la profundidad temática de las narraciones.
La edición está a cargo de José Manuel de Prada-Samper, filólogo y folklorista, quien ya había efectuado de antemano recopilaciones de cuentos como La pequeña que creó las estrellas: relatos orales de los bosquimanos Xam (Lengua de Harapo, 2001), Cuentos populares irlandeses (dos mil ocho) y Cuentos populares de las Tierras Altas escocesas (2009) en exactamente la misma colección de Siruela, presentando, para disfrute del público hispano, las joyas literarias que esconden la oralidad de diferentes culturas.
De forma frecuente estos caballos tienen aun nombre; acá «del aire» y «del pensamiento», que inducen al lector a meditar equivocadamente en algunas cualidades de los animales que los diferencie (tal vez «el pensamiento es más rápido que el aire»); que no es de esta forma lo prueba el cambio de nombres que reciben estos caballos en otras versiones del mismo cuento y, sobre todo, que la misma advertencia se genera otras veces sobre dos espadas -una reluciente y otra mohosa-.
¿De qué trata?: Un matrimonio feliz con siete hijos varones añoran tener una niña, a lo largo de años desearon poder tener una hasta el momento en que su esposa queda embarazada, mas la pequeña nace con problemas médicos que le hacen peligrar, el padre envía a sus 7 hijos a buscar agua al pozo, mas los chicos nunca retorna, el padre enfurecido solicitó los maldijo sin querer y los siete hermano se transformaron en cuervos.
Con los mayores ya no lo hacemos, pero con Valeria todavía seguimos el ritmo, eso sí, en vez de contar el cuento en su habitación , lo hacemos en el salón, porque no hay forma de que se duerma sola, y si algo me ha enseñado pasar tres veces por la maternidad, es que no puedes apresurar la maduración de un niño, ni obligarlo a dormir cuando no quiere.
Para algunos críticos, partidarios de la censura y la moralización, ni siquiera los cuentos de HC. Andersen reúnen las condiciones precisas para ser clasificados dentro del marco de la literatura infantil, pues el dolor y la crueldad" descritos en ciertos de ellos, como en Claus grande y Claus chico", se tornan en escenas inadecuadas para la lectura de los niños.
La primera fase escrita seguramente se comenzó cuando los egipcios elaboraron el llamado Libro de lo mágico 13 Textos de las Pirámides (cerca tres mil cincuenta a. C. ) y el llamado Libro de los Muertos (cara el mil quinientos cincuenta a. C.). De allí pasamos a la Sagrada Escritura —donde por ejemplo se recoge la historia de Caín y Abel (circa dos mil a. C.)— la que tiene una tradicional estructura de cuento.
diecinueve. "El pueblo yacente", Rebecca Deutremer, ed. Edelvives (+8 años): esta increíble autora e ilustradora nos vuelve a deleitar con una joya literaria sin igual, esta vez amoldando el cuento de La Preciosa Yacente de forma magistral y también inusual, pues no se centra en la princesa sino en el resto de habitantes del pueblo y en el silencio y la naturaleza que los envuelve en su ininterrumpido sueño.
Procederemos ahora a ofrecer un corpus de cuentos populares españoles y de cuentos infantiles cortos para leer populares marroquíes (estos traducidos al español) a partir de los cuales se ofrecerán una serie de actividades que irán orientadas al desarrollo por parte del alumnado de las 5 habilidades lingüísticas básicas (leer, escribir, hablar, escuchar y charlar) fijadas en el Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas (dos mil dos).